Un producto invaluable de nuestro país y reconocido como el “cacao silvestre de excelencia”.
La producción y recolección del cacao boliviano se encuentra en manos de más de 9.000 familias de pequeños productores campesinos e indígenas, distribuidos en cinco departamentos, La Paz, Beni, Cochabamba, Santa Cruz y Pando, teniendo al primer departamento como principal productor obteniendo el 81% del total.
Bolivia cuenta con dos tipos principales de cacao: el foráneo y el cacao silvestre que crece naturalmente en toda la Amazonía boliviana. Este último se encuentra dentro del sistema natural, los árboles producen y se reproducen sin necesidad de la intervención del hombre, caracterizándose por ser único en sabor y aroma dentro de los grupos de cacaos más finos del mundo.
El cacao en grano es el producto primario para la producción de los derivados en la industria y puede convertirse en diferentes insumos a través de su procesamiento. Se identifican cuatro productos intermedios que resumen el proceso de elaboración de los insumos de cacao: licor de cacao, manteca de cacao, torta de cacao y cacao en polvo. Todos estos productos son de alta calidad de exportación, un alto nivel de consumo nacional y el procedimiento de conversión se realiza de la manera más natural posible.
Un tema que debe tomarse en cuenta y que es muy importante es el de ingresos familiares de los productores y por obvias razones las asociaciones no deben dejar de lado. Algunas de ellas como APARAB (Asociación de Productores Agroforestales de la Región Amazónica de Bolivia) han avanzado exitosamente en este propósito; otras como Sauce Tipnis corren riesgos serios por depender casi exclusivamente de la venta del grano de chocolate para la obtención de ingresos monetarios. En este sentido, el cacao puede constituirse tanto en una actividad complementaria en calendario agrícola y en ingresos monetarios frescos para la familia, pero también puede ser la actividad principal de las familias.
Buenas Vibras!
By: Alison Loza