Categoría: TEXTILES

  • ¿Telas para fiesta o para bioseguridad?

    ¿Telas para fiesta o para bioseguridad?

    La venta de telas al igual que muchos negocios fue afectada por la pandemia. Varios vendedores optaron por cambiar sus telas de fiestas por telas para artículos de bioseguridad.

    Rodrigo Gois de Lira, un vendedor de telas de la calle Max Paredes, nos comenta que la situación en su negocio se puso complicada desde octubre del 2019 debido a los conflictos que el país atravesaba. A finales del 2019 Bolivia atravesó problemas políticos que paralizaron el país y su comercio.

    Gois de Lira afirma que varios de sus colegas decidieron vender telas de bioseguridad y dejar de lado las telas de fiestas debido a las pocas ventas en la pandemia. Sin embargo, Gois de Lira no tomo esa opción por que espera que las ventas suban en un futuro.

    Una de las fechas más importantes en venta para Gois de Lira era la Festividad Del señor Jesús del Gran Poder que este 2020 fue cancelada. Este hecho tuvo afecto negativo económicamente para Gois de Lira y no descarta la idea de comenzar a vender telas de bioseguridad o cambiar de negocio en un futuro.

    Rodrigo Gois de Lira
    Rodrigo Gois de Lira

    “No desfallezcan, que sigan adelante. Yo creo que esto no es para toda la vida (pandemia). Hay que seguir luchando y sobresalir, nada más, seguir trabajando” son palabras de Rodrigo Gois de Lira para todas las personas que pasan por un mal momento económico y anímico.

    Gois invita a todas las personas que pasen por los puestos 36, 37 y 39 de la Galería La Paz en la calle Max Paredes y Linares.

    ¡Buenas vibras!

    By: Carla Flores S.

  • HECHO EN BOLIVIA Y POR MUJERES INCREÍBLES

    HECHO EN BOLIVIA Y POR MUJERES INCREÍBLES

    Bolivia tiene todo para ser reconocida en el mundo de la moda de todos los continentes. Tenemos talento, mano de obra y productos de calidad. De hecho contamos con un taller compuesto por puras mujeres talentosas que día a día trabajan con sus propias manos formando prendas de marcas reconocidas a nivel mundial como Oscar de la Renta, Ralph Lauren y Diane Von Furstenberg entre otras. Hablamos de Madres y Artesanas Tex S.R.L.

    El taller funciona desde hace 15 años y todo lo que se produce dentro es para exportación. El trabajo más arduo es cuando se hacen las prendas para otoño/invierno. Todo comienza en septiembre y finaliza en agosto del siguiente año. “Para el tipo de clientes que tenemos, cada prenda es trabajada en aproximadamente un año desde la concepción del diseño, los prototipos, el encargar la materia prima a otros países y finalmente tejerla”, afirma Yelka Maric, fundadora de Madres y Artesanas Tex.

    Por cada diseño se realizan hasta 30 prendas porque son de edición limitada. “Cada una tiene una etiqueta que dice ‘esta prenda es la 1 de 30 en el mundo’ y firma la artesana que la ha tejido”, explica Maric. Luego las artesanas ven sus trabajos en las pasarelas más trascendentales del mundo como el New York Fashion Week o el Milan Fashion Week. La modelo británica, Cara Delevigne, es una de las muchas que vistió Madres y Artesanas Tex.

    El pasado 26 de abril en la residencia de los embajadores de Brasil, las tejedoras presentaron su arte ante el público paceño y fue muy bien recibido. El motivo era homenajear a Freddy Mamani, a quien le hicieron una mantilla única inspirada en los cholets. Mantillas de punto y tejidos a palillo hechos con lana italiana también formaron parte del cuadro de la Casa de Diseño Beatriz Canedo Patiño.

    Dos veces al año se hacen los envíos para cada marca. “Jamás recibimos una queja ni por entrega tarde ni por un problema de calidad, las prendas se van 100% perfectas”, afirma Maric, a pesar de que existen dificultades. “La importación de materia prima tiene muchas trabas. La lana que proviene de Europa tiene que ser inspeccionada y se debe hacer todo un papeleo con el Senasag. Después se viene el pago de aranceles que son sumamente altos y el proceso de la Aduana es muy lento (…). En cuanto al envío, tenemos limitantes de vías de transporte, no tenemos ventaja competitiva”.

    Las madres y artesanas están ya trabajando en las prendas para los desfiles otoño/invierno de este año que se llevan a cabo entre noviembre y diciembre en Estados Unidos y Europa. Las lanas coloridas abundan el taller. Entre charlas y risas los detalles surgen y las prendas van quedando perfectas. La temporada más fría del año se va a llenar de vida.

    Buenas Vibras

     

  • NADA ES IMPOSIBLE

    NADA ES IMPOSIBLE

    Los colores pasteles y los bordados resaltan en sus diseños; están trabajados a mano por maestros zapateros que han dedicado toda su vida a esta labor. Narda Paredes lidera el taller y está sacando su marca a flote demostrando que todo es posible.

    Narda Paredes es una joven paceña cuyo nombre fue muy mencionado desde finales de abril. Esto se debe a que presentó una colección de zapatos inspirados en los cholets de Freddy Mamani. Pero contemos su historia en orden cronológico.

    Es administradora de Empresas de profesión, pero siempre tuvo una pasión por los zapatos. “Aprendí a hacer zapatos en Perú, hice un curso de patronaje y luego me fui a meter a un taller en uno de los barrios más escondidos de Lima. Trabajé con verdaderos artesanos”, cuenta Narda. No tiene ningún título de diseñadora, es una verdadera zapatera.

    Todos los conocimientos adquiridos fueron puestos en su maleta junto a muchas ideas para poder ser creadas en nuestro país. Al llegar a Bolivia instaló su propio taller y buscó a los mejores artesanos para armar el mejor equipo.

    “La precisión para hacer zapatos es como hacer matemáticas. Utilizamos compás, reglas y programas tridimensionales. Si se arruinó ya no hay vuelta atrás, una vez cosido ya está. Es ahí donde trabajas para conseguir la calidad”, afirma la creativa. También resalta que sí existen diferencias entre un diseñador de indumentaria con uno de calzado. “El zapatero es más brusco, tiene que tener fuerza para armarlos. Además, tus manos agarran otras cosas, te vuelves duro”.

    La Embajadora de Brasil en Bolivia, Socorro Vila Magno, se enteró de la propuesta artesanal y buscó a Narda inmediatamente. Por esos días, a principios de este año, la diplomática estaba planificando un desfile de moda en homenaje a Freddy Mamani. La idea era crear una colección inspirada en los cholets y por supuesto la diseñadora aceptó sin pensarlo.

    La colección resultó impecable. Los colores vivos característicos de la nueva arquitectura andina fueron los protagonistas en los zapatos. “Los diseños mostraban la cultura tiwanacota en bordados y la pedrería representaba las potentes lámparas de los cholets”, cuenta Narda Paredes.

    Una revolución del color fue lo que sucedió en los zapatos y en realidad en todo el homenaje. “La gente en La Paz es muy conservadora y tenemos que cambiar eso, tenemos que vivir en color”, resalta la diseñadora. Este proyecto la impulsó a hacer lo que en un principio quería, dejar de lado el negro. “No me gusta utilizar el negro en mis zapatos, creo que con eso no generaría un factor diferenciador en mi mercado ni en mis productos. Negro y café encuentras en todos lados”.

    Con esto en mente y con su misma esencia, Narda Paredes lanzó su primera colección que plasma su propia historia. “Tú la ves y es muy ‘Narda’ (…) Mis zapatos son bien románticos, son bien a detalle, son bien femeninos. También reflejan a la mujer que los viste, una mujer fuerte y que no tiene miedo”, afirma segura.

    Los artesanos moldearon cada par de zapatos y trabajaron uniendo cada parte. Todos en el taller se autoexigieron para que el resultado sea perfecto. Cada diseño presenta un estado de ánimo. Se ven diferentes materiales que de hecho fueron difíciles de conseguir. “En Bolivia tenemos un limitante en cuanto a telas, hilos, pedrería y mano de obra, pero esto te obliga a ser más creativa”, dice Narda Paredes.

    “Lo primero que me dijeron es ‘no se puede’, pero te lo dicen porque es muy difícil hacer zapatos y la gente prefiere ahorrarse el trabajo desde el principio y directamente no hacerlo”, cuenta como anécdota Narda Paredes. “En Bolivia no tenemos las mismas facilidades que en Brasil, por ejemplo, que tienen una fábrica que se dedica a hacer todo para zapatos. Si acá pude hacer todo imagínate lo que podría hacer afuera, sería demasiado fácil y hasta perdería la esencia de autorretarme”, afirma.

    Narda Paredes está lista para competir en el mercado ofreciendo calidad y trabajo hecho a mano. Ya se está destacando del resto y está dando a conocer un nuevo potencial boliviano. “Este rubro es duro, pero nada es imposible”, concluye con firmeza la artesana.

    Buenas Vibras Bolivia

     

     

     

  • VORAZ

    VORAZ

    El 28 de abril en Cochabamba se llevó a cabo el lanzamiento de la marca Voraz, una propuesta diferente creada para rescatar la cultura nacional. El evento se llevó a cabo en los espacios de la Casona de Santivañez.

    Voraz es una marca que busca hacer algo diferente. El objetivo de crear moda con cultura llevó a Sarah Oviedo, diseñadora de la marca, a investigar previamente el origen de los materiales y rescatar una parte de nuestra cultura de la que muy poco se sabe.

    La pasión por crear de Sarah proviene desde era una niña. Su hermano reconoció su talento en los dibujos que realizaba y le sugirió estudiar diseño de moda. Después de estudiar la carrera en la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA) llegó a Cochabamba, pero puso en pausa su profesión para trabajar durante seis años como tripulante de cabina. Este tiempo lo aprovechó para conocer diferentes partes del mundo  y la vez que acrecentar su deseo de hacer algo por la riqueza nacional.

    El desfile que presentó para esta temporada otoño/invierno sirvió para lanzar a Voraz como marca. Está inspirada principalmente en nuestra cultura y los bordados. Para ello, se valió de artistas en el rubro como Walter Verástegui, un consagrado bordador orureño que lleva 40 años realizando bordados para el Carnaval de Oruro. Junto a él, que fue una pieza fundamental, Sarah logró crear una colección digna de ser mostrada al mundo entero.

    Las piezas presentan apliques y bordados a mano y pensados para que cada prenda sea única. Verástegui comentó que el resultado de cada pieza conlleva alrededor de un día de trabajo. Los materiales con los que se fabrican son hilo milán, piedras, canutillos y mostacillas.

    Sarah Oviedo presentó en pasarela la primera colección de la marca pensada para esta temporada del año. Camisas,  sacos, chompas de colores suaves, vestidos abrigados, además de accesorios, todos ellos llevan figuras que hacen alusión a la naturaleza y a seres mitológicos que lograron cautivar a los espectadores.

    El museo Casona de Santivañez fue el lugar escogido para que las modelos mostraran al público creaciones que rescatan nuestra cultura. El lugar aportó un aire mucho más cultural al evento.

    Sarah señala que Voraz es el deseo que ella tiene para rescatar no solo la mano de obra de nuestro país, sino también su historia y buscar las raíces que la nutren. Además, asegura que el aguayo no lo es todo. “No es lo único que tenemos y por no adentrarnos ni conocer nuestras propias tradiciones estamos dejando morir gran parte de nuestra identidad”, completa.

    En los próximos días la diseñadora viajará a España para realizar un postgrado. Sin embargo, también quiere aprovechar la oportunidad para llevar su colección completa y promocionar la marca además de lo bolivian handmade. “Como ser humano quiero ayudar a las personas que se dedican a hacer las cosas a mano porque es gente que tiene mucho que aportar al diseño”, indica.

    Sin duda, Voraz es una marca que pretende conquistar no solo al país, sino al mundo con sus diseños exquisitos, valiéndose de nuestra cultura y nuestras ricas tradiciones.

    Montserrat Martínez

    Ph. Fabiana Renjel

    Buenas Vibras Bolivia

  • JULIANA FLOREZ

    JULIANA FLOREZ

    “Quiero llegar hasta donde la mente me lo permita y como creativa sé que la dejaré volar sin límites”, afirma Juliana Flórez. Una diseñadora de moda que ha mezclado sus raíces con el presente que la rodea, Colombia y Bolivia, dos culturas que le han permitido formarse para llegar a ser lo que es hoy en día.

    Cada propuesta y cada colección ha tenido un concepto por detrás. Diferentes colores, texturas y cortes han sido presentados, pero la esencia en los diseños siempre se mantuvo intacta desde el primer instante.

    Los cholets sirvieron de inspiración para una colección que destacó por completo la riqueza de la cultura boliviana. “Plasmo todas las figuras que vemos en estos lugares recreando nuevos módulos que salen a partir de la cruz andina, las mariposas, las fachadas con una con gradación de color y materiales también tradicionales como el aguayo y la alpaca”, comparte la diseñadora. La “choletción” refleja significados y valores ancestrales. El negro contrasta los colores vivos andinos representando la opulencia y elegancia de los cholets.

    La lencería también forma parte de la propuesta. En esta ocasión se muestra algo diferente que reta a las mujeres. Juliana reinterpretó los materiales de la vestimenta típica de la Chola Paceña y le brindó continuidad a la apariencia femenina.

     

    “Los sueños se cumplen solo si realmente los perseguimos. A pesar del cansancio y los tropiezos sólo la perseverancia logra materializar lo que queremos”, comparte Juliana Flórez, quien busca seguir proyectando sus ideas para elevar el nombre de Bolivia y Colombia al mundo de la moda.

    Buenas Vibras Bolivia

    Ariana Zeballos

    Ph. Ricardo Marroquin