Hace 43 años mediante el Decreto Supremo Nº 16646 se crea el Parque Nacional Huanchaca, sin embargo para el año 1988 mediante la Ley Nº 978 se cambia el nombre del mismo a Parque Nacional Noel Kempff en honor al profesor Noel Kempff Mercado quien fue pionero en el conocimiento de la flora y fauna silvestre del país.
El parque es considerado como uno de los pulmones más grandes de Bolivia y del mundo y está situado en la provincia Velasco, vale decir al noreste del departamento de Santa Cruz, colindando sobre los ríos Iténez y Verde con los estados Rondonia y Mato Grosso del Brasil.
En su creación el parque tenía una extensión de 541.200 hectáreas, sin embargo el 19 de marzo de 1988 se firma el Decreto Supremo Nº 21.997 que disponía la ampliación de los límites a 706.000 hectáreas, incluyendo a las cataratas del río Pauserna. En 1996 se amplió a 1.523.446 hectáreas, la superficie actual.
Tras ser declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO se determina que el objetivo del parque seria la protección de la superficie, por tener valor en la conservación de la biodiversidad. Actualmente se sabe que este posee características paisajísticas sobresalientes que son objeto de sus principales atractivos turísticos debido a que este se encuentra en una zona de encuentro de tres grandes grupos biogeográficas los cuales son la selva húmeda amazónica, el bosque seco chiquitano y las sabanas del cerrado, lo que conlleva a la existencia de una gran diversidad de hábitats y una extraordinaria riqueza de especies.
La flora del parque registra 2700 especies de plantas superiores como mara, roble, cedro, goma, y varias especies de palmas como Asaí, motacusillo, palma real, entre otras y una diversidad de especies de orquídeas. En cuanto a su fauna se registró un aproximado de 1142 especies de vertebrados, 139 especies de mamíferos como murciélagos y roedores que son los que destacan. Por otra parte alberga un estimado de 617 especies de aves que representan el 21% de las especies en Sud América, 250 especies de peces, 74 especies de reptiles y 62 de anfibios.
Sin embargo dentro del parque existen 24 especies en peligro de extinción que incluyen tortugas y caimanes, por lo que se debe garantizar la protección y la conservación del patrimonio ecosistémico, además del fortalecimiento administrativo financiero de su infraestructura, equipamiento, participación social entre los actores locales y la actividad turística existente en el territorio.
En una entrevista llevada a cabo el año pasado por Radio Santa Cruz, Sandro Añez el ex director del parque comentaba que una de las amenazas que afectan la perpetuidad del bosque es la falta de recursos humanos y económicos para la protección del área, además de “decisiones políticas” que afectan la gestión adecuada del parque.
Desde el 2004 diversas organizaciones y colectivos que trabajan en pro de la conservación del territorio, promovíendo planes de desarrollo integral y sostenible conjuntamente con las comunidades aledañas a la reserva natural, ejerciendo participación y representación en la ejecución de los programas.
Esta nota fue elaborada con información de Bolivia.com; Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Con imágenes de Periódico La Región y Soy Bolivia.
By: Jhoselyn Fernández
Bajo Mi Sombrero Verde