En la calle los Andes de la ciudad de La Paz, solía estar repleta de coloridos trajes, zapatos y accesorios hechas a mano y por artesanos bolivianos, y esta gestión tuvo poca afluencia.
La Fiesta Mayor de los Andes, la Fiesta del Gran Poder, es un evento emblemático que celebra la rica cultura boliviana. Sin embargo, este año ha sido testigo de desafíos sin precedentes para los artesanos locales.
Según estimaciones, las ventas han disminuido hasta un 50%. Don Ismael, quien confecciona calzados, y Beatriz, una hábil artesana de máscaras y accesorios, comparten las dificultades para obtener materia prima, la cual en su mayoría proviene de China. El aumento del costo de los materiales, impulsado por la fluctuación del dólar, ha exacerbado la situación.
Pero los desafíos van más allá de la disponibilidad de materiales. El Viceministro de Patrimonio e Industrias Culturales destaca la problemática de la replicación de diseños bolivianos en China, donde los productos terminados se venden a una fracción del precio original. Esta práctica no solo afecta económicamente a los artesanos locales, sino que también amenaza el valor cultural y patrimonial de las danzas folclóricas bolivianas.
Después de observar cómo los productos chinos imitan los diseños bolivianos y se venden a precios muy bajos y en grandes cantidades, una producción imposible de lograr en poco tiempo cuando se realiza a mano, ha generado una situación que no solo afecta los ingresos de los artesanos, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de estas expresiones culturales auténticas. La producción boliviana, hecha a mano, destaca por la alta calidad de sus bordados y el esfuerzo de sus diseñadores y bordadores, lo que resalta aún más la disparidad entre ambos productos.
Ante esta situación, surge la pregunta sobre el papel de las fraternidades, asociaciones, estado en la protección de la industria artesanal boliviana.
Danitza Guzman, Directora General de Buenas Vibras Bolivia, propone utilizar el sello hecho en Bolivia como parte del proceso de control para otras versiones, asegurando así que la producción sea exclusivamente producida en Bolivia.
La Fiesta del Gran Poder, declarada Patrimonio por la UNESCO en 2019, representa no solo un evento cultural significativo, sino también una fuente importante de ingresos para la comunidad artesanal boliviana. Sin embargo, su supervivencia depende de la capacidad de todos, para abordar los desafíos actuales y garantizar la continuidad de esta tradición ancestral.
En medio de la adversidad, los artesanos bolivianos demostraron su resiliencia y dedicación a preservar su herencia cultural. Es hora de reconocer su invaluable contribución y brindarles el apoyo necesario para enfrentar los desafíos del presente y del futuro.
Recuerda que tu participación es fundamental para mantener viva nuestra identidad boliviana. ¡Comparte este artículo y ayúdanos a difundir la voz de nuestros artesanos!
Buenas Vibras Bolivia
Agradecimiento a Ian Charlie Fotografía