Los animales están entrándose a las ciudades a causa de los incendios forestales.
En 2019 vi por primera vez en mi vida un tucán. Lo que me pareció extraño es que estaba en un condominio en medio de la ciudad de Santa Cruz. Me dijeron que era raro ver un tucán por esos lugares. Hace unos días, mi familia me mandó otro video en el que apareció un jausi, una especia de lagarto de medio metro, en el mismo condominio. También es muy poco común verlo en la ciudad.
Y es que desde el 2019 se estuvieron reportando avistamientos de animales que, por lo general, no están en las ciudades. ¿A qué se debe esto? Pues biólogos y expertos en ecología coinciden en que se debe a los incendios forestales que se estuvieron suscitando en el oriente boliviano.
Los incendios reportados desde este año están afectando a zonas que no habían sido afectadas por el fuego en el 2019. La Autoridad de Fiscalización, Control Social de Bosques y Tierra (ABT) de Bolivia, informó que en el país se reportaron hasta este domingo, 26 incendios forestales, 17 de los cuales se encontraban en el departamento de Santa Cruz.
Los incendios forestales han arrasado, en lo que va del año con una extensión que supera las 900 mil hectáreas de vegetación, según el monitoreo realizado por la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN). El fuego se ha propagado rápidamente en los últimos días en el departamento de Santa Cruz, hasta alcanzar al Parque Nacional Noel Kempff Mercado, una de las áreas más biodiversas del país declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. Aunque los incendios están por debajo de las cifras alcanzadas el año 2019, todavía se teme que el fuego se torne incontrolable.
La anulación de una norma polémica
El 2019 se decretó una norma, la que modificó un decreto del año 2001 que autorizaba el desmonte solo en el departamento de Santa Cruz. Con el cambio, el permiso de desbosque para actividades agropecuarias en tierras privadas y comunitarias se extendió para el departamento del Beni, y se autorizó las quemas controladas en ambos departamentos.
Cuando se promulgó, los expertos criticaron la norma por la pérdida de flora y fauna que ocasionaría y los riesgos de incendios forestales que significaban las quemas. Poco tiempo después, los daños al ecosistema del oriente boliviano confirmaron los temores de quienes se oponían a esta norma, sobre todo porque la práctica de los chaqueos o quemas ocasionan, con frecuencia, estos incendios forestales.
Con la finalidad de buscar una solución al daño ecológico causado por el fuego, Jeanine Añez anuló, hace unas semanas, el polémico decreto 3973, con el fin de “terminar con el desmonte y la quema indiscriminada de nuestros bosques”. Sin embargo, los ambientalistas aseguran que derogar esta norma no es suficiente para frenar los incendios y reclaman que esta decisión se amplíe a todo el paquete de normas denominadas incendiarias que fueron promulgadas.
Miles de vidas de la fauna y flora biodiversa, característica de la riqueza de Bolivia, se están perdiendo a causa de la explotación de los recursos naturales que la tierra nos ha dado. Diversas especies están migrando a las ciudades en busca de refugio, comida o simplemente sobrevivir. Nos toca reflexionar y empezar a considerar que la Tierra donde vivimos, nuestra casa común no es nuestra propiedad, sino que nosotros somos de ella y parte de ella, y como tal, debemos aprender a apreciarla y cuidarla más.
Bye: Paola Rengel
BUENAS VIBRAS!!