Durante el invierno estamos expuestos a cambios bruscos de temperatura. El paso de un ambiente caliente y seco a un lugar exterior con temperaturas muy frías y húmedas, AFECTA. Esto trae a nuestro cabello cero beneficios y sabemos que nuestro preciado cabello es un elemento clave en nuestro estilo, así que no lo podemos llevar mal y mucho menos descuidado.
¿Qué cuidados debemos tener con el cabello en un clima frio?
- Lo importante tener el shampoo adecuado.
- Si tu cabello es seco o graso. El shampoo debe ser diferente para ambos casos, si es seco asegúrate de conseguir un shampoo que te brinde más nutrientes y su textura será más espesa, sin embargo si tu cabello es graso aléjate de ese tipo de shampoo tan cremoso ya que te dejará el cabello más pesado, busca alguno que tenga manzanilla o sávila.
- Si tu cabello es muy fino o muy débil. Busca un shampoo y un acondicionador que llene de nutrientes a la cutícula del cabello, te ayudará a nutrirlo desde adentro y darle más volumen.
- Para cabello tinturado también es necesario usar un shampoo especial para cabellos tinturados, ya que no solo le devuelve a tu cabello la salud que necesita, sino que este tipo de shampoo te ayuda a mantener el color.
- Si estás sufriendo de caspa, debes suspender el shampoo regular y comenzar a usar uno especial para combatirla, revisa que tenga algunos de estos componentes como el sulfuro de selenio, el ketoconazol o el alquitrán, que eliminan el hongo de la caspa.
- Si tienes el cabello liso busca un shampoo que te ayude a controlar el frizz, que contenga colágeno, proteínas y/o keratina, que penetran la cutícula del cabello y lo dejan más suave y manejable.
- Los cabellos crespos también deben tener un shampoo especial que cuiden la elasticidad y volumen de los rizos, busca un shampoo que también humecte tu cabello y te ayude a reducir el frizz que contentan aceites como jojoba y oliva. Fuente: ccnesnoticias.com
- Los estilistas recomiendan la hidratación como una gran aliada para mantener nuestra cabellera, con brillo, sedosa y suave. Sirve para reponer la humedad natural, los nutrientes y la queratina perdida del pelo. Puedes usar aceites o preparar mascarillas caseras que son muy fáciles y podrás hacer las cantidades que necesites cuando las necesitas. Te dejo una muy sencilla espero que te guste.
Huevo y miel: La miel humecta y protege el cabello frente a los daños causados por el calor. Ambos ingredientes podrían ayudar a recuperar tu cabello quemado. Es ideal para los que tengan el cabello muy reseco y rizado, con frizz y maltratado, debido a las agresiones químicas.
Ingredientes:
1 o 2 huevos
3 cucharadas de miel
¿Cómo lo hacemos? Dependiendo de la cantidad de pelo que tengas (y del daño), tomar uno o dos huevos y añadir tres cucharadas soperas de miel. Mezclar bien y aplicar sobre el cabello. Colocar una gorra de plástico y dejar que actúe por media hora. Después lavar con shampoo y acondicionador.
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- No abusar del secador y/o plancha. Ya que el uso prolongado de secadores y fuentes de calor, daña el cabello, lo reseca y lo vuelve más quebradizo, con la ayuda de una toalla de algodón se puede retirar la humedad y/o dejarlo secar al aire libre. Otro dato curioso, es que el uso de la plancha con temperaturas superiores a doscientos grados (200°) daña la estructura del cabello de manera irreversible. En ambos casos, lo torna frágil, además de escamar su cutícula y abrir las puntas. Por eso recuerda: antes de usar calor, aplica, sobre todo en puntas, un protector térmico específico para cabellos coloreados o spray protector de calor cuando te lo peines según te recomiende tu estilista favorito.
- Visita a tu estilista o peluquero con regularidad. En ocasiones, los niños, los quehaceres de la casa, el trabajo, y demás, ocupan mucho tiempo y hacen que nos descuidemos de nuestra apariencia. Uno de los principales beneficios de ir a la peluquería o salón es la sensación de bienestar que produce dedicarte un momento a ti mismo. Un simple corte de cabello o un buen lavado con hidratación, es una forma rápida de sentirse renovado y con buenas vibras. ¿Qué esperas para consentirte?
Por Rocio Morales