Hay muchas cosas que nos remontan a nuestra infancia y nos hacen pensar el largo recorrido que ya tenemos en nuestra vida, juegos de la infancia, canciones que son infaltables cuando jugamos, bailamos o algunas que hacen que nos contagiemos de alegría sana de un infante. Al ver atrás uno puede como una tercera persona, un pequeño ser libre, lleno de sueños, alegría y buenas vibras.
Uno de los actores principales en la infancia de un niño boliviano, es el entrañable “Conejo Ricky”, quien inundó días enteros y fiestas infantiles con canciones alegres que hacían aprender grandes cosas, Así también era usual verlo con el típico traje de conejo caminando con su zanahoria gigante (que era una guitarra) por las calles del prado o por qué no, también corriendo en maratones de más de 10 km con su guitarra.
Este personaje infantil de los años 80 ha dejado un legado en varias generaciones; con diversos shows que dibujaba sonrisas en más de un (a) niño (a), no solo con los espectáculos que realizaba, también hay que recordar que en 1980 este personaje incursionó en la televisión boliviana con su programa “Tris Tras Trece” dirigido a los infantes, pero no se podía evitar que los padres acompañaran a los pequeños ya que el personaje de cola de algodón podía sacar sonrisas a niños y adultos.
Además de todo esto, el conejito impulsó a niños a perder sus miedos en los shows que presentaba, también abrió un ciclo de talleres para que niños incursionen en el mundo de la televisión y teatro, en pocas palabras, este personaje pintoresco confió y dejó un gran legado en muchas generaciones.
¿Quién es el conejo Ricky?
Ricardo Antonio Vilela, más conocido como “El conejo Ricky” nació en el seno de una familia humilde, liderada solo por su madre, Elba Vilela, quien mantenía sola a su prole y Ricardo se ocupaba de comandarlos. Ricardo, se vio obligado a dejar la escuela en quinto grado para vender periódicos y lustrar zapatos, el mismo artista infantil dijo que vivió una infancia difícil, pero feliz. De la misma forma aseguró que él había estado en el vientre de su madre ya con ganas de cambiar las cosas.
Un día, Ricardo vio el programa de televisión de Micky Jiménez y se propuso ser conductor de televisión. «Para eso se necesita mucha plata», le dijo la dueña de su casa.
El personaje del conejo comenzó a cocinarse cuando consiguió un premio de la iglesia de los mormones como la familia Conejín. «Me quedé con el vestuario porque me gustó y de ahí el Conejo empezó a adquirir sus características».
Con este personaje trabajó en Radio Progreso, Altiplano, Agustín Aspiazu y Nueva América. Ya adoptó el nombre de Conejo Ricky y alternaba al personaje con el abuelo Bigotes.
Mientras, a uno de sus hermanos lo llevaron al orfanato. Allí vio que en estos centros faltaba recreación, por lo que el Conejo nunca dejó de visitarlos con su guitarra, ese fue un momento fundamental que hizo tomar la decisión al conejo de llevar alegría a todos los niños.
El conejo Ricky logró cumplir sus sueños a pesar de grandes dificultades que tuvo en su vida, y al cumplir sus sueños el logró llegar al corazón de cada niño, y aún tenía el anhelo de llegar al cine.
Hablar del conejo Ricky es hablar de una gran infancia y momentos de alegría, el recordaba en algunas entrevistas que se le acercaban personas profesionales a saludarle y agradecerles por todo lo que les había enseñado.
«En una ocasión se me acercaron cuatro señoritas. ‘¿Conejo, te acuerdas de mí?’. Yo me ruboricé y dije que no. Eran modelos. ‘Conejo, no te pongas mal, si tú nos has enseñado a mirar las cámaras de frente’. Entonces, recordé a cuatro niñas que venían a ‘Tris Tras Trece'».
En otra ocasión contó un momento duro que pasó como personaje de fiestas infantiles, «en una ocasión estaba con las orejas bajas. Fui a un cumpleaños, el dueño me maltrató y recordé mi niñez. Después, pasé por el estadio. Había un encuentro de bachilleres y vinieron a saludarme. Derramé lágrimas y saqué fuerzas cuando me dijeron que estaban contentos de que estuviese vivo».
Sin duda alguna este personaje nos llenó de alegrías y existen muchas historias sobre el impacto que él causó en distintas personas. Recordando sus canciones o riendo con chistes que el nos transmitía en su programa o fiestas infantiles.
Gusanito medidor
Dime cuanto mido yo
Mídeme desde el zapato
Por la pierna y por el brazo
Ay jiji, ay jojo
Gusanito medidor
Ay jiji, ay jojo
¡Qué cosquillas tengo yo!
Durante esta semana se viralizó una triste noticia sobre nuestro amado Conejo, hoy es víctima de la diabetes, lo que afectó sus nervios. No puede controlar sus movimientos en los brazos ni en la pierna derecha y, aunque no pierde el optimismo y sus ganas de vestirse con el traje de su personaje, necesita el apoyo de la población.
El Conejo Ricky padece de neuropatía diabética, es tratable, pero requiere de un estricto seguimiento médico y una rigurosa dieta para que su estado de salud no empeore.
Ahora el personaje de nuestra infancia necesita la ayuda de toda la población el teléfono habilitado para ayudar al “Conejo Ricky” es el 68134602 y el número de cuenta 20150728748340 BCP Ricardo Antonio Vilela.
No olvidemos nuestra infancia, no olvidemos las risas y carcajadas que producíamos solo al ver a este pintoresco personaje que siempre acompañaba esas pequeñas risas de un “cuis cuis” características de un conejo que nos acompañó por más de 45 años.
¡Buenas Vibras!
By: Oneyde Chavez