Considerada una de las pioneras de la moda en Bolivia, llevando a nuestro país a un reconocimiento mundial.
El mundo de los diseñadores de moda está considerado como uno de los más excéntricos, pues en él no hay límites para la creatividad. Ellos desarrollan colecciones de ropa y complementos teniendo en cuenta las tendencias del momento, el público, los materiales de producción, etc., pero también pueden especializarse en un área concreta.
Visto desde otra perspectiva, ser diseñador puede implicar dos cosas: adaptarse al medio en el que un vive, o salir de la zona de confort y atreverse a cambiar el estilo. Pero, todo depende también del contexto social porque puede que generes un cambio pero que no necesariamente sea sostenible a largo plazo, por lo que la mejor manera para garantizar un buen futuro es empezar de a poco.
Vamos a poner de ejemplo a Daisy Wende, una de las mujeres que pisó fuerte en el ámbito de la moda de nuestro país desde los años 30 hasta la actualidad. Esta mujer es considerada como una de las pioneras de la moda, pues más allá del deseo de convertirse en diseñadora, logró captar la mirada de muchos expertos del extranjero. Es más conocida por ser la que confeccionó el traje con el que Lidia Gueiler se posesionó como la primera mujer presidente de Bolivia, pero también diseñó prendas para Nancy Reagan y Rosalynn Carter, ambas ex primeras damas de Estados Unidos.
Tuvo mucho éxito porque todas sus prendas incluían aguayos, bayeta de la tierra y bordados tiahuanacotas cuando todavía no estaban de moda en la sociedad boliviana. Además, todo estaba inspirado en la vestimenta campesina de las vendedoras de leche y en todo lo que abarcaba el folklore boliviano. En otras palabras, con su amplia variedad logró adelantarse a su época mostrando un estilo combinado con bordados y tejidos artesanales. Dentro de esta colección incluyó la vestimenta típica de la chola, así que también diseñó las mantillas y quiso resaltar el uso del sombrero en las mujeres.
Otro de los logros de Daisy fue que pudo sobreponerse al pensamiento y la forma de vida de la época ya que logró entrar al campo laboral, pues en aquel entonces las mujeres no podían trabajar. Tal fue su ambición, que después de este evento se dedicó a rediseñar prendas pensadas solo para varones y cambiar la perspectiva de la sociedad. El poncho, por ejemplo, fue lo que le dio un plus a su trabajo porque en uno de sus desfiles logró exponer ante el público la versatilidad de la moda como tal.
Es un orgullo total para Bolivia contar con personajes que han dejado huella y se han convertido en referentes, en este caso, de la moda en nuestro hermoso país.
By: Alison Loza
¡Buenas Vibras¡