Todos tenemos una figura única. Al mirarnos al espejo podemos ver reflejado todo nuestro cuerpo con sus virtudes y defectos, entonces nos ponemos a pensar en la mejor manera de trabajar en nuestro físico yendo al gimnasio, haciendo dieta, someternos a cirugías estéticas, etc. Pero hay un detalle que no debemos olvidar y recae en el hecho de que el cuidado también debe ser internamente para mantener una vida saludable.
El tipo de cuerpo o somatotipo no debe condicionar nuestra salud, más al contrario, esto nos ayuda a cambiar los malos hábitos y ponernos metas para mejorar o cambiar nuestro estilo de vida. Aunque nadie puede darnos datos específicos del tipo de cuerpo que tenemos, la mayoría pueden ser clasificados bajo tres categorías: endomorfo, ectomorfo o mesomorfo. Entérate a continuación cuáles son sus particularidades.
Cuerpos endomorfos
Los cuerpos endomorfos son aquellos que tienen una forma robusta o redonda, por lo que es propenso a engordar y acumular grasa en la cintura y caderas. Algo de eso se le puede atribuir a un metabolismo más lento, los estilos de vida sedentarios y el exceso de calorías. Sin embargo, las personas de cuerpo endomorfo deben consumir alimentos saludables que combatan su natural tendencia a desarrollar grasa y retenerla. Una dieta y una rutina de ejercicio con un enfoque en la pérdida de grasa y el mantenimiento de un adecuado equilibrio calórico son claves.
Las sugerencias en cuanto a alimentación está relacionada con el consumo de proteínas magras, frutas y verduras ricas en fibra y grasas omega. La rutina de ejercicios debe estar focalizada en quemar grasa, preservar la masa muscular y promover la salud cardiovascular. Esto último es importante porque el hecho de que se acumule grasa en el cuerpo no quiere decir que debemos dejar de consumirla, pero si debemos prestar atención a las calorías que se consumen y las que se queman para tener mayor control sobre el peso.
Cuerpos ectomorfos
El cuerpo es delgado, estilizado y pequeño. Por lo general tienen un metabolismo acelerado, lo que juega un papel importante en el mantenimiento para este tipo de cuerpo. Por otro lado, es muy dificultoso subir de peso y desarrollar músculo; aunque el hecho de comer lo que queramos sin engordar ni hacer ejercicio pueda parecer una bendición, la realidad es que no es del todo bueno. Los cuerpos ectomorfos también necesitan realizar actividad física y llevar una dieta saludable para mantenerse sanos.
Los alimentos que se deben consumir son aquellos ricos en nutrientes y proteínas para mantener o reforzar la masa muscular. Si queremos ganar peso lo ideal es ingerir más calorías de las que queman para así lograr un desequilibrio energético, consumir carbohidratos buenos que son ricos en macronutrientes y granos integrales para contrarrestar los carbohidratos que no son beneficiosos.
La rutina de ejercicios puede variar de intensidad, pero lo recomendable es que sean intensos como el de levantamiento de pesas para aquellos que buscan aumentar de peso, además que son buenos para los huesos y articulaciones. Con la tendencia natural a ser delgado, es fácil asumir, erróneamente, que “estar flaco es equivalente a estar saludable.” El hecho de que pueda hacer lo que quiera con respecto a lo que come y a su actividad física, no significa que ello sea bueno para su expectativa de vida saludable.
Cuerpo mesomorfo
Este tipo de cuerpo puede considerarse como el término medio entre el endomorfo y ectomorfo. Los primeros son más robustos y los segundos son más delgados, los cuerpos mesomorfos se mantienen atléticamente en el medio, de hombros amplios y musculosos, semejantes a la letra V. Pueden aumentar y perder peso con facilidad, de manera que desarrollan músculo con mayor facilidad y no les cuesta tanto quemar grasa. Si esto le suena a perfección, se debe a que en muchas culturas, este tipo de cuerpo todavía es visto como el ideal estético. El gimnasio promedio está lleno de diferentes tipos de cuerpo que están haciendo todo lo posible para transformarse en este tipo de cuerpo.
La dieta ideal está enfocada en equilibrar el consumo de calorías para aumentar o bajar de peso, el consumo de frutas, verduras y proteínas. Básicamente debemos aprender a dividir los macronutrientes esenciales en partes, de manera que el cuerpo absorba los nutrientes necesarios cuando se realiza actividad física.
Cuando se trata de hacer ejercicio, el cuerpo mesomorfo tiene ventajas definidas. Sea cual sea el objetivo de acondicionamiento físico, para este tipo de cuerpo es un poco más fácil alcanzarlo. Para desarrollar músculo debe enfocarse en hacer menos ejercicio aeróbico y hacer más levantamiento de pesas. Para perder peso, correr o andar en bicicleta son buenas opciones. Las materias primas para ganar velocidad, potencia o mejorar su condición física están a la mano, solo se trata de emparejar la rutina de ejercicio correcta con sus metas personales de ejercicio.
Está claro que no todos los organismos son iguales ni tienen las mismas necesidades. Por ejemplo, una persona sedentaria no necesita comer lo mismo que una persona que se prepara para ser un atleta olímpico. Mientras reciben las indicaciones del médico o el nutricionista, muchas personas consideran que pueden recurrir, puntualmente, a modelos de dieta, de tal forma que puedan ir mejorando sus hábitos de vida, poco a poco.
Lo primordial antes de cualquier cambio físico es cuidar nuestra salud. Todo con medida y nada en exceso.
By: Alison Loza
¡Buenas Vibras!