A las 18:00 p.m. antes de ocultarse el sol se abrieron las puertas de la residencia de los embajadores de Brasil, ubicada en plena avenida Arce. Más de 300 invitados vestidos de gala comenzaron a ingresar sin tener idea de lo que iban a presenciar. Cálidas luces alumbraban los jardines del lugar; parecía un cuento de hadas andino.
La primera impresión fue generada por la colección de zapatos de Narda Paredes. Estaban puestos sobre soportes de color negro encima de una vitrina iluminada. Los organizadores daban encuentro a los invitados para acomodarlos en sus asientos designados.
Angelique Wibaux, embajadora de Francia en Bolivia y Socorro Vila Magno, embajadora de Brasil en Bolivia, vestidas de diseñadores bolivianos ingresaron a la pasarela principal. Tomaron la palabra y dieron la bienvenida a los asistentes; expresaron sinceras palabras de admiración hacia Freddy Mamani, creador de los cholets y protagonista de la noche. Las damas reconocieron su trabajo con una placa y le obsequiaron joyas provenientes de los países respectivos. Un estruendo de aplausos concluyó con la primera parte y seguidamente se dio comienzo al show.
Las pantallas se encendieron para poner el contexto el desfile. Los más emblemáticos cholets de El Alto aparecieron; los interiores y los colores vivos emocionaron al público. Las colecciones de Ana Palza, la Casa de Diseño Beatriz Canedo Patiño, Ilse Guzmán Brockmann, Liliana Castellanos, Narda G. Paredes, YelkaMaric de Madres y Artesanas, Pablo Rovira, Maman Fine Art y Bayeta, todas inspiradas en la arquitectura andina fueron presentadas en la pasarela.
Fibras de camélidos, alpaca, seda, cuero, tejidos y bayeta fueron la base para crear las prendas. Los diseñadores reconocieron que interpretar las ideas de Freddy Mamani en prendas de vestir fue realmente un reto, al igual que incorporar nuevos materiales y colores tan predominantes.
El público expresó admiración al aplaudir el talento boliviano. Los diseñadores ingresaron a la pasarela de la mano de los modelos que vistieron sus creaciones. Freddy Mamani, vestido con un saco de alpaca diseñado exclusivamente por la Casa de Diseño Beatriz Canedo Patiño, agradeció el homenaje y la oportunidad de presentar su arte.
La moda boliviana ahora puede narrar un nuevo capítulo en su historia. Los diseñadores nacionales están innovando para darle una identidad a la moda que se destaque del resto del mundo. El arte rompe fronteras y en el evento se lo ha comprobado. Estamos ansiosos mostrar a cada diseñador y su trabajo en pasarela; y conocer las próximas propuestas en las pasarelas del país.
Buenas Vibras Bolivia
Ariana Zeballos
Ph Rodrigo Roldan